SOCINCE -Agencia de Noticias para las Américas-

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DIA MUNDIAL DEL HÁBITAT 2011 “Ciudades y Cambio Climático”

«Hábitat Social para un Mundo Urbano y Rural»

Más del 50 % de la población mundial vive en los centros urbanos. Fortalecer Proyectos de ley de urbanización. Asentamientos Humanos Social, Económica y Ambientalmente Sustentables

3 de Octubre de 2011 Asentamiento “PLAYON de CHACARITA” 

Fraga 900, (a dos cuadras de Forest y Lacroze) 10:00 a 13:00 hs

Ciudad Autónoma de Buenos Aires – Argentina

El Lunes 3 de octubre se celebra el día mundial del hábitat, en Argentina se desarrollara esta actividad en el asentamiento “Playón de Chacarita” en la calle Fraga 900 de 10 a 13 hs. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el marco de la campaña de la Red “Hábitat Social para un Mundo Urbano y Rural” el objetivo es dar un mensaje a través de sus participantes y reflexionar sobre la problemática de la tierra y la vivienda promoviendo políticas sociales inclusivas, el derecho a la ciudad, y la solución definitiva al problema habitacional para las familias con dificultades en su desarrollo económico, convocan a esta celebración la Red Hábitat Argentina y los coordinadores del Playón de Chacarita que cuentan con el apoyo de las organizaciones de la sociedad civil y organismos públicos.

Como es de conocimiento público el gravísimo problema habitacional en Argentina y las serias dificultades que tiene la población para alquilar y/o comprar y así resolver esta problemática ante la falta de créditos y o programas que puedan satisfacer una demanda que está enmarcada como un derecho humano fundamental para el desarrollo y crecimiento de nuestras familias

Fueron convocados, organizaciones de la sociedad civil, funcionarios del gobierno nacional y de la ciudad autónoma de Bueno Aires, organismos internacionales, la legislatura local como también diputados y senadores de la nación.

El lugar elegido este año para esta celebración “Playón de Chacarita”  que dio sus comienzos en la década de los setenta, la empresa ferroviaria estatal daba viviendas a sus trabajadores. Desde fines de los setenta, con la irrupción de los gobiernos de facto y luego con la agudización de los problemas económicos devenidos de las políticas neoliberales de los noventa, incluidas las políticas de privatización y concesión de la explotación de servicios públicos como los ferrocarriles, esa prestación dejó de existir, y además, la población en condiciones socio-habitacionales y económicas vulnerables comenzó a incrementarse y las tierras ferroviarias, muchas de ellas prácticamente desactivadas de su función, comenzaron a ocuparse con grupos familiares en esas condiciones. Desde entonces empezaron a levantarse pequeñas viviendas en tarimas, muchas de ellas sin electricidad ni agua; muchos vivían en pisos de tierra y una modalidad  habitacional típica desde esa época, fue la de la vivienda vagón o conteiner: vagones de ferrocarril o conteiner en desuso, convertidos en precarias viviendas para un creciente conjunto de familias. La eclosión poblacional se dio a partir del año 2000, con la agudización de la crisis económica, y al tomar estado público la existencia de estas tierras para poder construir, gente en condición de calle y quienes ya no podían seguir pagando alquileres tan elevados, no dudaron en venir. Ya en el año 2003 empezaron a llegar personas de todos lados, tanto gente del interior del país o de la provincia de Buenos Aires,  como procedentes del extranjero (peruanos, paraguayos, bolivianos y uruguayos). Hoy en día son aproximadamente 1200 familias trabajando de lo que pueden, para poder vivir y mantener su hábitat

Desde entonces los pobladores conformaron distintas mesas de trabajo con organizaciones y organismos del estado local y nacional, ahora se encuentran en pleno proceso de organización y reconocimiento ante las autoridades, como así también están apoyando un proyecto de ley que se encuentra en la cámara de diputados de la nación para que este predio pueda ser cedido a las familias para la urbanización.

Este asentamiento precario es uno de los pocos que subsisten al norte de la Avenida Rivadavia. El proceso para la definición del destino urbanístico de esas tierras, nos debe llevar a reflexionar acerca del modelo de convivencia socio-territorial que se pretende implementar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tomando en cuenta lineamientos internacionales en materia de política urbanística y habitacional como los condensados en el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas o los lineamientos de la Carta Orgánica de la CABA en materia de hábitat y derecho a la vivienda. Y más precisamente, la comunidad porteña debe clarificar si habrá de continuar las tendencias de segregación socio-habitacional y el determinismo de la localización de viviendas de interés social y consolidación de urbanización de villas sólo en el sur de la ciudad, o si finalmente promocionará la integración heterogénea de población de distintos niveles socio-económicos en el ámbito de toda la jurisdicción porteña, más allá de meros discursos de oportunidad pre-electoral, y con acciones efectivas para el desarrollo territorial con justicia y equidad.

Por Dina, Fernando, para Red Hábitat Argentina

Mensaje del Secretario General en el Día Mundial del Hábitat 

3 de octubre de 2011

Este año, el Día Mundial del Hábitat cae en el mes en que, según las predicciones demográficas, nuestro planeta ha de alcanzar los siete mil millones de habitantes. El futuro que heredarán las nuevas generaciones dependerá en gran medida de cómo manejemos las presiones contrapuestas del crecimiento demográfico cada vez mayor, la urbanización y el cambio climático. 

Los expertos prevén que para el año 2050 la población mundial habrá aumentado un 50% desde 1999. Para entonces, dicen además los científicos que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero deben disminuir un 50% respecto a los niveles registrados a principios del milenio. Yo llamo a esto el reto 50-50-50.

La elevación del nivel del mar es un efecto importantísimo del cambio climático, así como un urgente motivo de preocupación. Actualmente, sesenta millones de personas viven a un metro o menos del nivel del mar. Para finales del siglo, esa cifra se habrá disparado a 130 millones. Las grandes ciudades costeras, como El Cairo, Nueva York, Karachi, Calcuta, Belem, Nueva Orleans, Shanghai, Tokio, Lagos, Miami y Amsterdam, podrían verse seriamente amenazadas por las mareas de tormenta. 

El nexo entre la urbanización y el cambio climático es real y podría llegar a ser mortífero.

Las ciudades son centros de industrialización y fuentes de emisiones, pero también son lugares donde se idean soluciones. Cada vez son más los municipios que aprovechan la energía eólica, solar y geotérmica, contribuyendo así al crecimiento ecológico y mejorando la protección del medio ambiente. 

Las iniciativas locales son fundamentales para conseguir nuestro objetivo, pero han de ir acompañadas de iniciativas internacionales. Ya hemos logrado algunos progresos, por ejemplo con la creación del Fondo de adaptación al cambio climático y la aprobación del plan de acción para reducir las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques, conocido como “REDD plus”. Todos los países coinciden en el objetivo de procurar que la temperatura mundial no llegue a superar los 2 grados centígrados. Los países desarrollados, junto con los países en desarrollo, se han comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante un acuerdo internacional oficial de cuya aplicación rendirán cuentas.

Ahora debemos consolidar estos progresos. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebrará en Durban en diciembre debe lograr avances decisivos. Por otra parte, la urbanización será un tema del programa de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20). 

En este Día Mundial del Hábitat, reafirmemos nuestro compromiso de avanzar por este importante camino hacia un futuro más sostenible y prestemos más atención a las medidas para afrontar el cambio climático en las ciudades y en el resto del mundo.